La SAS en Argentina
La Sociedad por Acciones Simplificada (SAS) es una figura jurídica creada por la Ley 27.349 de Apoyo al Capital Emprendedor, sancionada en marzo de 2017. Su objetivo es facilitar la creación de empresas, especialmente para emprendedores, mediante un proceso más ágil, digital y con menor carga burocrática que las sociedades tradicionales.
La SAS combina la flexibilidad contractual de las sociedades de personas con la limitación de responsabilidad de las sociedades por acciones, ofreciendo así una estructura moderna y adaptable.
Constitución
Forma y medio: puede constituirse por una o más personas (físicas o jurídicas), por medios digitales o presenciales.
Instrumento constitutivo: debe contener los datos básicos (denominación, domicilio, objeto, capital, administración, duración, etc.).
Firma digital: si se usa constitución electrónica, los socios deben firmar con firma digital válida.
Inscripción: la SAS adquiere personalidad jurídica con su inscripción en el registro público correspondiente (IGJ en CABA o registros provinciales).
Plazo de inscripción: la ley dispone que el registro debe inscribirla dentro de los 24 horas hábiles, aunque en la práctica este plazo suele extenderse.
Capital social
Capital mínimo: equivalente a dos veces el salario mínimo vital y móvil vigente al momento de la constitución.
Aportes: pueden ser en dinero o en especie (bienes, derechos, etc.).
Integración: al menos el 25% del capital suscripto debe integrarse al momento de la constitución, y el resto dentro de los dos años siguientes.
Acciones: el capital se divide en acciones nominativas no endosables. Pueden tener distintos derechos (ordinarias, preferidas, con o sin voto).
Innovaciones digitales
Uno de los aspectos más innovadores de la SAS es su enfoque digital:
Constitución 100% online.
Firma digital y notificación electrónica.
Libros y registros digitales.
Uso de medios electrónicos para reuniones y decisiones.
Estas herramientas buscan fomentar la formalización y reducir los costos de creación de empresas.